viernes, 12 de abril de 2024

El curioso origen del Lunes de Aguas en Salamanca: "lujuria y desenfreno" (Marián Hernández)

Hola compañeros y compañeras Divergentes!

El pasado jueves 11 de abril comencé mi coordinación hablando de una festividad que se celebra en la provincia de Salamanca, llamada "Lunes de Aguas". Quería que conociérais esta tradición tan bonita y que tan buenos recuerdos me trae de mi tierra.


EL LUNES DE AGUAS

Los y las salmantinos/as, desde el siglo XVI, cumplimos con la tradición. El siguiente lunes al lunes de Pascua salimos al campo y degustamos el hornazo. Es una fiesta popular de la capital y de otras localidades de la provincia que celebramos con la familia o amigos/as en el campo o en casa. El objetivo no es otro que pasar una jornada en un clima de descanso y diversión. Pero no siempre fue así. Sí lo fue la parte de fiesta, de comer y de beber, pero el objetivo cambiaba un poquito. Siglos atrás la fiesta se vivía de otra manera y tenía otro, como decirlo, ambiente.

¿Cómo se celebraba en el pasado?

Salamanca era en torno a 1543, momento de la boda de Felipe II y María Manuela de Portugal, la cuna del saber y del cristianismo europeo, pero también escondía otra cara; la cara del ocio, la diversión y el desenfreno. En aquella época Salamanca tenía algo más de 8.000 estudiantes y casas de prostitutas y tabernas de dudosa reputación por muchas esquinas.

Felipe II al ver esta lujuria y desenfreno de la comunidad estudiantil, promulga un edicto en el que ordena que durante los días de Cuaresma y Pasión se prohíbe comer carne en todos los sentidos y evitar conductas que conlleven pecado carnal. Esto exige que las prostitutas, durante este tiempo de recogimiento, sean expulsadas de la ciudad. Y aquí encontramos la figura del Padre Putas.

Así se le llamaba al sacerdote que se encargaba de sacar a las meretrices de la ciudad en barca y llevarlas a la zona de extramuros, el Arrabal del Puente, a la orilla izquierda del Tormes. De esta manera comenzaba el tiempo de abstinencia en la ciudad. Cuando la prohibición finalizaba, era el mismo sacerdote acompañado de los mozos universitarios el que regresaba a por las prostitutas para devolverlas a la ciudad.El primer sacerdote encargado de este trabajo, al parecer, se llamaba Padre Lucas pero propio de la picaresca salmantina se le comenzó a llamar Padre Putas.

El día que las prostitutas volvían a la ciudad era el lunes siguiente al Lunes de Pascua y los estudiantes aprovechaban para hacer una gran fiesta. Los jóvenes salían a recibirlas en la ribera del Tormes en medio de un alboroto repleto de alegría, alcohol y descontrol. Esto derivaba en una gran orgía estudiantil a orillas del río.

El hornazo

Es el producto alimenticio por excelencia que acompaña al Lunes de Aguas. La costumbre de comer hornazo ese día se remonta al siglo XVI. Está hecho a base de chorizo, lomo, y huevo duro. Antiguamente se amasaba y cocía en días previos a la fecha, ahora se ha industrializado su elaboración y es posible adquirirlo en cualquier establecimiento dedicado a la pastelería y cualquier día del año.


Declarada Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León
Desde diciembre de 2020, el Lunes de Aguas cuenta con el sello de Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León. Es una seña de identidad salmantina, forma parte de la cultura popular y además pone en valor un producto propio que es el “hornazo” que se degusta en esta festividad.





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